La literatura en la era digital ha experimentado una transformación importante, afectada por varios componentes como las redes sociales, el desarrollo de la literatura digital, y el cambio en los hábitos de lectura gracias a la tecnología.



Las redes sociales han revolucionado la promoción de proyectos y autores, permitiendo una visibilidad y alcance antes impensables. La capacidad de compartir y publicitar contenido instantáneamente ha abierto nuevas puertas para autores y editoriales, si bien esto asimismo pide amoldarse a novedosas habilidades de marketing digital​​.



La era digital ha fomentado la creación de literatura digital y también hipermedia, con textos que integran multimedia y permiten una interacción mucho más rica con el lector. Este enfoque hipertextual y multimedia refleja una fuerte predominación de la civilización juvenil y la tecnología, ofreciendo nuevas maneras de narrativa y participación del lector​​.



La poesía digital asimismo ha encontrado una nueva vitalidad en este contexto, adaptándose a las herramientas digitales para crear obras que tienen dentro artículo, sonido, imagen y movimiento, lo que enriquece la experiencia lectora y abre el poema a novedosas interpretaciones​​.



Por otra parte, el cambio en los hábitos de lectura, señalado por estudiosos como Maryanne Wolf, recomienda que la tecnología podría estar afectando la aptitud de los que leen para concentrarse en textos largos y complejos, impulsando una preferencia por el contenido fragmentado y rápido de procesar. Sin embargo, esta transición asimismo ha generado un incremento en las comunidades lectoras y escritoras on line, donde se distribuyen, discuten y crean nuevos contenidos literarios​​.



Por último, al paso que el libro impreso todavia tiene un lugar particular para muchos leyentes, el libro electrónico y otras formas digitales de literatura están ganando terreno, ofertando ventajas prácticas y abriendo nuevas opciones creativas para los autores​​.



Esta transformación de la literatura en la era digital refleja tanto los retos como las ocasiones que la tecnología presenta para la creación, distribución y consumo de contenido literario, marcando una evolución continua en de qué manera se cuenta, comparte y goza la literatura.